La visita permite un recorrido por casi todas las estancias de la villa, excepto por su parte más privada.
Disponen de habitaciones en alquiler, todas ellas decoradas personalmente por Tove Hov Jacobsen, que con su especial sensibilidad artistíca como pintora ha logrado crear ambientes muy personales, ofreciendo un pequeño homenaje a sus pintores preferidos. Sólo están disponibles durante el período de verano, cerrando a partir del 10 de agosto.
Tomar un té sentado cómodamente en la terraza de la casa, con sus magníficas vistas al fiordo, es un recuerdo inolvidable.